Me siento hoy (casi finales de mayo) a terminar este post que tenía en el tintero. No porque se me hubiese olvidado, sino porque me parece que está todavía como tan «en evolución», que no estoy segura de poder dar una opinión definitiva. En cualquier caso y como conclusión en una frase:
¡Qué reto más difícil!
Tan difícil que estoy haciendo «prórrogas» una y otra vez. Pero lo hago precisamente porque me niego a abandonarlo.
Al final me he dado cuenta de que abordarlo todo de golpe era demasiado para mí, así que, desde la última semana, he decidido fraccionarlo en «bocaditos» más digeribles, lo cual me está dando bastante buen resultado. ¿Cómo? Empezando por centrarme en una comida solamente, y la elegida ha sido el desayuno, porque actualmente es la que me parecía más factible (dispongo del tiempo necesario) y fácil para empezar (suele ser más repetitivo, sencillo y rápido de preparar).
Por otro lado, hay puntos (del reto en general) que ya tengo bastante interiorizados, por ejemplo, el hecho de elegir alimentos sanos y nutritivos y prepararlos bien. Lo de llevarlos bien emplatados a la mesa tampoco lo llevo mal. Pero hay otros que son los que más me cuestan: los relativos a comer sin prisa y sin «engullir», a masticar y tragar un bocado antes de coger otro, a saborear el alimento con consciencia, y a eliminar distracciones (🤗hola @instagram, feedly, pinterest, noticias…🤗)
Así que para el primer «pedacito», para el desayuno, me he propuesto unas pequeñas normas para facilitar el cumplimiento:
- Prepararme lo que vaya a desayunar sin picotear nada mientras lo hago (consciencia en la preparación)
- Llevármelo a la mesa y tomármelo sentada, sin prisas (he comprobado que 15 minutos es más que suficiente para hacerlo con calma) (consciencia en la masticación)
- Durante esos 15 minutos me centro sólo en comer. Nada de smartphone, ni de tablet, ni de tv, ni de libros, ni de apuntes… ¡Esto marca una gran diferencia! Y como no tengo otra distracción puedo poner mi atención en masticar y en saborear la comida (consciencia en el alimento)
Y así… trato de convertirlo en una especie de meditación matinal 😉 ¡Es genial! (que dicho se de paso, sumado a mi reto «yoga everyday» por la mañana, ya es la bomba!)
Después apunto cada día si lo he hecho bien o no. Y cuando consiga hacerlo bien durante 21 días seguidos (tiempo que dicen que es necesario para consolidar un hábito) pasaré a la siguiente comida. Me va a llevar un tiempo, lo sé, pero me parece tan importante y tan necesario hacerlo que no me importa. Todo antes de desistir, jejeje.
Pues ésta es mi conclusión por ahora. Un tanto provisional me temo, pero es lo que hay.
«No hay fracaso, sólo hay aprendizaje»
¿Habéis probado a hacer ésto o algo parecido? Me encantaría saber vuestras experiencias y/o sugerencias…
2 ideas sobre “conclusiones del reto «mindful eating»”
Yo no puedo comer con calma, para mí se ha convertido en algo mecánico que pocas veces disfruto. Me cuesta mucho,la verdad y eso está teniendo sus consecuencias: malas digestiones, dolor abdominal, ir demasiadas veces al baño, ruido intestinal…ya he probado de todo y para mí comer es sinónimo de que todo me sienta mal
Juncal, por algo parecido decidí ponerme este reto…
¡Difícil no significa imposible! Anímate y prueba empezando con algo pequeñito: una sola comida, o un plato de una comida, o decide dedicar 5 minutos… a mí me está funcionando 😉