👍Bien, bien, bastante bien! He cumplido el reto de evitar azúcares y harinas refinadas casi a rajatabla. Excepto dos días el fin de semana que comí fuera (nada grave, un par de tostadas de pan de pueblo) y un día de celebración especial (éste sí que fue algo más grave pero realmente valió la pena 😜) el resto ha sido perfecto y ahora toca analizarlo para sacar conclusiones.

¿Qué he notado?
En primer lugar, respecto a la báscula poco (0.5kg menos??… nada significativo) lógicamente, porque en realidad no he eliminado ni reducido, sino que he sustituído, a veces comiendo incluso más, y he mantenido el mismo nivel de actividad física (tampoco el objetivo era perder peso).
Lo que sí es cierto es que he tenido menos antojos, menos ganas de comer entre horas, creo que es verdad eso de que «el azúcar llama al azúcar» y que cuanto menos azúcar comes menos deseas. Además, aunque todavía me afectan los mismos factores externos que el mes pasado, no he pagado tanto mi estrés con la comida (independientemente de que fuese dulce o no). Tampoco he notado «mono» ni mareos ni esas cosas que se dicen por ahí. Y creo que, a pesar de todo, mis niveles de energía algo han mejorado (probablemente la práctica de yoga también ha tenido bastante que ver en ésto).
Sinceramente, no me ha costado nada de esfuerzo prescindir ni de los cereales refinados ni del azúcar. Lo peor suele ser cuando comes fuera de casa o te invitan a comer, por un lado me gusta ser agradecida con lo que me ofrecen y por otro no me gusta ejercer de bicho raro. Pero en casa, con la cantidad de alternativas y alternativas que hay… ¡sin problema! Al contrario, como hay tantas recetas nuevas que quiero probar (y no necesariamente con alimentos «exóticos», casi siempre con vegetales habituales) me resulta mucho más variado y divertido.
🙊Eso sí, tengo que hacer una confesión🙊 respecto a algo que, aunque pueda parecer una pequeña trampa, en realidad lo considero una magnífica estrategia. Los que me conocen saben que siempre he sido un poco chocolate-adicta, el problema es que lo que lleva chocolate suele llevar también toneladas de azúcar, cuando no muchas otras grasas adicionales no precisamente buenas. Este es un tema del que quiero hablar aparte porque da para un post entero, pero ahora resumiendo: Todos los días me tomo un cuadradito de chocolate negro y lo hago casi diría que en plan terapéutico. Mi favorito actualmente es el 90% Cacao de Lindt (incluso a veces me atrevo con el de 99% Cacao) con lo cual la cantidad de azúcar (que no está entre los 3 primeros de sus 5 ingredientes, punto importante) es mínima, un cuadradito sólo tiene 0.7 gr. Me compensa pensar que a cambio estoy haciendo un buen aporte de hierro, magnesio y antioxidantes. A pesar de eso, estoy experimentado el modo de hacer mis propios chocolates caseros con cacao puro crudo y asi evitar del todo el azúcar (habrá próxima receta) pero de momento el método del cuadradito me funciona mejor para controlar la cantidad (como «adicción»que es, es fácil descarriarse, jeje) porque al tener un 90% de cacao y un sabor tan intenso, con uno tengo de sobra, me quedo tranquila y el cuerpo no me pide ni más chocolate ni más dulce (os prometo que a mí me funciona maravillosamente bien😉)

Entonces ¿ahora qué?
Lo tengo claro, aunque haya pasado el mes de reto, quiero consolidar y mantener esta costumbre en mi dieta indefinidamente. No sólo evitar los refinados sino preparar a cambio más platos que incluyan alimentos completos del mundo vegetal (verduras, legumbres, frutas, frutos secos y semillas)
¿Significa que nunca jamás voy a poder comerme un bocata con chapata cuando me voy de excursión? ¿O que ya no volveré a tomar un chocolate con churros o una pizza en mi pizzería favorita con mi familia o mis amigos? ¿No aceptaré un trocito de pastel cuando ocasionalmente se celebre algo en el trabajo? ¿Ni podré desayunar un croissant de mantequilla en mi habitación del Ritz?(es broma, claro ¡jajaja!)… NO, no significa ésto.
Lo que significa es que en mi dieta diaria, en lo que preparo yo todos los días y sobre la que tengo el control, voy a seguir esta norma, porque creo que es mejor para mi salud pero también porque me gusta y me siento mucho mejor, lo elijo sin ninguna obligación. Aunque si de vez en cuando salgo a comer por ahí, o me invitan o hay algo que es de verdad insustituíble (como el roscón de reyes 😜😜😜) y realmente es lo que me apetece (no por compromiso), lo tomaré con moderación pero sin remordimientos y disfrutándolo al máximo. Tan importante es la alimentación como nuestras relaciones y el pasar buenos ratos con la gente que queremos. Además…
Si el 90% de las veces elijo comer más saludable, no pasa nada por hacerlo un poco peor el otro 10%
Os animo y os aconsejo que probéis y ya me daréis vuestra opinión.
Te puede interesar:
Por qué quiero evitar el azúcar
2 ideas sobre “conclusiones del reto «no azúcar, no harinas refinadas»”
Yo también creo que el azúcar llama al azúcar. Cuando dejé de tomar azúcar los primeros días sí lo pasé mal, porque no lo he sustituido por nada (la estevia me sabe a rayos), pero conforme pasa el tiempo te apetece menos azúcar. Yo también soy chocolate adicta y compro cacao puro en polvo, que es muy amargo y lo endulzo con miel. Sí la miel es una bomba de azúcar pero como tiene propiedades saludables y lo hago muy de vez en cuando, me doy el capricho. Como dices, en el día a día no es un hábito en mi, pero de manera esporádica lo tomo sin preocupaciones y saboreando (nunca mejor dicho) el momento.
Creo que haces muy bien😉